Huerto, obra en donde se diseñó principalmente el interior, demuestra la importancia de mantener una misma línea a través de todo el elemento. Es decir, una vez se tiene un contexto arquitectónico, el interior debe velar por que el habitante lo entienda, velar por los logros del edificio exaltándolos por medio de su calidad espacial. En este sentido, se quiso revelar el valor estético de un edificio erguido entre muros de concreto, del valor absoluto de la honestidad del material y la congruencia del mismo.

De esta manera, el interior del edificio trata de mantenerse en comunicación con la vegetación y complementar las sensaciones del interior y el exterior. Se trata de un “inside-out”, de cocrear con el paisaje introduciendo su verde en el interior y exteriorizando el gris del artificio. Paralelamente, la tranquilidad hace parte de las decisiones de diseño, pues el interior permite estar inmerso en una paleta cruda que aísla el habitante de la saturación informática del contexto. 

HUERTO



Categoría:         Residencial


Año:                    2021


Ubicación:         Medellín - Colombia


Colaboración:   Soulland



Por último, es el brutalismo quien traza aquella línea perpendicular en toda la obra. El interior, como el exterior, está compuesto por superficies sólidas y pesadas que se posan en el espacio para demostrar su potencia material. La robustez de sus columnas, la contundencia de los entrepisos y la ortogonalidad exagerada de sus espacios, son otra muestra de nuestro amor por el “brutalismo zen”